De William Shakespeare
Andrés Lima dirige esta alocada versión de Albert Boronat de la comedia clásica de William Shakespeare.
¿Qué es la Verdad? ¿Cuál es el origen de todo eso que acordamos llamar "lo verdadero"? ¿Dónde descansan los cimientos de las respuestas correctas? ¿No es, acaso, el error, la respuesta a todas esas preguntas? ¿Qué sería de la verdad y de lo correcto, si no fuese por el error? ¿Acaso existirían cómo tales?
La comedia de los errores es una historia original de William Shakespeare que escribió allá por 1592 pero que el director Andrés Lima, junto a Albert Boronat, han conseguido adaptar a nuestros tiempos para enseñarnos que hay que celebrar los errores. Esta coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida comienza con una sentencia de muerte y todo se convierte en una fiesta por error.
Pepón Nieto, Fernando Soto, Rulo Pardo, Santiago Molero, Avelino Piedad y Esteban Garrido son los actores implicados en esta obra tan divertida como alocada.
Sinopsis
Estamos en Éfeso, ciudad llena de fulleros, de magos capaces de engañar el ojo, de oscuros hechiceros que trastornan el juicio, de brujas asesinas que deforman el cuerpo, de truhanes disfrazados de charlatanes y pecadores libertinos.
Antífolo y Dromio de Siracusa (antigua ciudad de Grecia ahora sita en Sicilia), amo y criado, llegan a la ciudad buscando a sus respectivos hermanos gemelos. El padre de ambas parejas de palíndromos también llega a Éfeso, siendo detenido por extranjero sin papeles nada más pisar puerto, y es condenado a muerte. Sólo encontrando a sus hijos podrá salvarse.
Antífolo y Dromio de Éfeso (antigua ciudad de Grecia ahora sita en Turquía) viven en la ciudad siendo confundidos con sus hermanos siracusianos. Luciana y Adriana, pareja de estos últimos, son las primeras en confundir a sus maridos con sus hermanos. A partir de aquí errores con antiguos deudores, joyas en manos equivocadas, deudas no saldadas, van endemoniando a nuestros personajes hasta el punto de necesitar a un exorcista. Todo se enredará más y más, error sobre error, hasta la aparición de una Madre Abadesa que ni es monja ni es virgen. Entonces es cuando el desastre se convierte en una fiesta.